"Un día, en una pequeña abertura apareció una oruga; un hombre se sentó a observar a la mariposa durante varias horas, viendo cómo se esforzaba para hacer que su cuerpo saliera a través de aquel pequeño agujero.
Llegó un momento en que pareció que la oruga, a pesar de su esfuerzo, no avanzaba nada.
Parecía que había llegado a un punto en que ya no podía avanzar más...
Entonces el hombre decidió ayudar a la oruga y agrandó el agujero. La mariposa salió sin dificultad.
Pero su cuerpo estaba débil, las alas no estaban desarrolladas y las patitas no la sostenían.
El hombre continuó observándola esperando que en cualquier momento se lanzara a caminar y emprendería el vuelo a través de las flores.
Pero nada sucedió. Fue incapaz de elevar el vuelo.
Lo que el hombre que con toda su buena voluntad quiso ayudar a la mariposa y no entendía es que, al hacer un gran esfuerzo para atravesar el pequeño agujero, los jugos vitales se iban distribuyendo y extendiendo por las partes del cuerpo que requerían fortaleza para volar.
Al pasar el agujero sin ese esfuerzo, las alas no recibieron la sustancia necesaria.
Algunas veces necesitamos el esfuerzo y la dificultad en nuestra vida.
Si Dios nos permitiera pasar por nuestras vidas sin obstáculos, quedaríamos débiles.
No llegaríamos a ser tan fuertes como deberíamos. Nunca podríamos llegar a volar.
Yo pedí fuerza y Dios me dio las dificultades para hacerme fuerte.
Yo pedí sabiduría y Dios me dio problemas por resolver.
Yo pedí prosperidad y Dios me dio inteligencia y músculos para trabajar
Yo pedí coraje y Dios me dio obstáculos para superar
Yo pedí amor y Dios me dio personas con problemas a quienes ayudar
Yo pedí favores y Dios me dio oportunidades
Yo no recibí nada de lo que pedí, pero he recibido todo lo que necesitaba
Vive tu vida sin miedo, enfrenta todos los obstáculos y demuestra que puedes
¡¡Ánimo en tus objetivos y buenos días!!