El camello bebe agua dulce y salada. Incluso puede beber agua del Mar Muerto. Y no le pasa nada. Esto se debe a que los riñones del camello filtran el agua, la separan de la sal y la convierten en agua dulce apta para beber.
La saliva derrite las espinas. El camello también come espinas. Y no dañan el estómago ni los intestinos. Porque su saliva disuelve las espinas como el ácido.
El camello tiene dos párpados. Uno es fino y transparente, el otro grueso y carnoso. Cuando empieza una tormenta de arena en el desierto, cierra el párpado transparente para evitar que le entre arena en los ojos.
Un camello también puede cambiar su temperatura corporal: si tiene frío, aumenta su temperatura; si tiene calor en el caluroso desierto, su temperatura corporal disminuye.
Hoy es martes divertido. Piensa en esos cambios del camello. Nosotros también podemos cambiar. Necesitamos adaptarnos a las nuevas situaciones que nos suceden en la vida. Piensa en el camello, sonríe y cambia tus hábitos, tus actitudes, aquello que necesites para que las cosas te salgan bien