No, no te detengas.
Comenzar bien es una gracia de Dios.
Continuar por buen camino y no perder el ritmo... es una gracia todavía mayor.
Pero la gracia de las gracias, está en no desfallecer;
con fuerzas todavía o ya no pudiendo más,
hecho trizas o añicos,
seguir avanzando hasta el fin.
Hélder Cámara