SONRÍA, POR FAVOR
La risa es favorable
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La risa no es la panacea, ni la felicidad,
pero está muy emparentada con ésta.
Lo que parece fuera de toda duda es que ayuda a sentirse mejor.
La risa incrementa la autoestima y la confianza en uno mismo;
evita la depresión y la tristeza
al forzar cambios emocionales en la persona.
Es también una fórmula eficaz para eliminar
pensamientos y emociones negativos
-es imposible reír y pensar al mismo tiempo-,
por lo que ayuda a combatir enfermedades psicosomáticas.
Alivia el insomnio al producir una sana fatiga
que el sueño repara con facilidad, la hipertensión,
al aumentar el calibre de los vasos sanguíneos
y reparar los músculos lisos de las arterias,
reduce la presión arterial.
Combate miedos y fobias y la timidez,
al facilitar la comunicación entre las personas;
ayuda a expresar emociones y favorece los lazos afectivos.
Asimismo, alivia el sufrimiento
y sirve para descargar tensiones,
potencia la creatividad y la imaginación.
Por otro lado, puede ejercer efectos positivos
contra enfermedades fisiológicas:
refuerza el sistema inmunológico, facilita la digestión,
fortalece el corazón acelerando el ritmo cardiaco,
mejora la respiración, ya que la ventilación respiratoria
llega al máximo cuando reímos y aumenta la actividad vital
al incrementar la circulación nerviosa.
En definitiva, y como dice un viejo proverbio chino:
“Para estar sano,
hay que reírse al menos treinta veces al día”.
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Marisa Domínguez.