"Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos". Ayer escuchamos estas palabras de Jesús. Hoy me acordé de esta historia. ¿No nos estará pasando algo parecido? Ojalá que no. Ojalá que busquemos a Dios en persona y demos buenos frutos.
BUSCA A DIOS 'EN PERSONA'
Un joven inquieto se presentó a un sacerdote y le dijo:
- Dame a Dios.
El 'reverendo' le echó un sermón, que el joven escuchó con paciencia.
Acabado el sermón, el joven marchó triste en busca del obispo.
- Dame a Dios -le dijo llorando al obispo.
'Su Excelencia' le leyó una pastoral que acababa de publicar en el boletín de la diócesis, y el joven oyó la pastoral con gran cortesía, pero al acabar la lectura se fue angustiado al papa a pedirle:
- Dame a Dios.
'Su Santidad' se dispuso a resumirle su última encíclica, pero el joven rompió en sollozos sin poder contener la angustia.
- ¿Por qué lloras? -le preguntó el papa totalmente desconcertado.
- Busco a Dios y sólo me dan palabras
-dijo el joven apenas pudo recuperarse.
Aquella noche el sacerdote, el obispo y el papa tuvieron un mismo sueño. Soñaron que morían de sed y que alguien trataba de socorrerles con un largo discurso sobre las cualidades del agua.
Ángel Sanz Arribas