Sé misionero con los que tienes cerca

Escrito el 23/10/2024
isaac.estevez


 
Buenos días,
 
Hoy os voy a contar una historia de una hormiga y un lirio:
 
Había una vez una hormiguita que, como toda buena hormiga, trabajadora y servicial, se pasaba acarreando hojitas día y noche. Apenas tenía tiempo para descansar.... Y así transcurría su vida, trabajando y trabajando.
 
Un día fue a buscar comida a un estanque que estaba un poco lejos de su casa, y, para su sorpresa, al llegar al estanque, vio como un botón de lirio se abría y de él surgía una hermosa y delicada florecilla.
Se acercó al lirio y le dijo: - ¡Hola! ¿Sabes?, eres muy bonito, ¿Qué eres?
Y la florecita contestó: Gracias. Soy un lirio. Y tú eres muy simpático, ¿Qué eres?
Soy una hormiga, gracias también.
 
Y así la hormiga y el lirio siguieron hablando todo el día, haciéndose grandes amigos. Cuando iba a anochecer, la hormiga regresó a su casa no sin antes prometer al lirio que volvería al día siguiente.
Mientras iba caminando a casa, la hormiga descubrió que admiraba a su nuevo amigo, que le quería muchísimo y se dijo: "mañana le diré que me encanta su forma de ser, mañana"
Por su parte, el lirio, al quedarse solo se dijo: "Me gusta la amistad de la hormiga. Mañana, cuando venga, se lo diré”
 
Pero al día siguiente la hormiguita se dio cuenta de que no había trabajado nada el día anterior. Así que decidió quedarse a trabajar y se dijo: "Mañana iré con el lirio, hoy no puedo, estoy demasiado ocupada. Pero mañana le diré, además, que le extraño”
 
Al día siguiente amaneció lloviendo, y la hormiga no pudo salir de su casa y se dijo: "Qué mala suerte, hoy tampoco veré al lirio. Bueno, no importa, mañana le diré todo lo especial que es para mí".
Al tercer día, la hormiguita se despertó muy temprano y salió hacia el estanque, pero al llegar encontró al lirio en el suelo, ya sin vida. La lluvia y el viento habían destrozado su tallo.
 
Entonces la hormiga pensó: ¡Qué tonta fui!, desperdicié demasiado tiempo, mi amigo se fue sin saber todo lo que yo le quería. Ahora me arrepiento.
 
Y así fue como ambos nunca supieron lo importante que eran el uno para el otro.
 
No esperes a mañana; hoy, ahora, es el momento para expresar tus sentimientos.
 
A tu familia porque te quieren, te educan, te protegen, te enseñan, te riñen y lo más importante porque siempre están ahí.
A tus profes por educarte y enseñarte y por la paciencia que tienen que a veces es infinita, pero siempre tienen una palabra de ánimo para vosotros.
A los amigos; por ayudarnos, por escucharnos, por apoyarnos, por jugar, por compartir.
Por ser mi amigo... "gracias"