Queremos ser una Iglesia servidora del Señor Jesús,
el Dios hecho hombre, el profeta, el servidor.
Una Iglesia de testigos, con mártires,
donde son protagonistas los pobres.
Signo de esperanza, causa de alegría,
donde la gente se siente servidora
y transformadora de la sociedad.
Queremos ser una Iglesia que muestra el amor a Dios.
Que sale a encontrar al hombre y lo abraza en su perdón,
que consuela y acompaña, que agranda su corazón,
a medida de la gente que sufre la situación.
Queremos ser una Iglesia en estado de Misión,
que se abre y sale y propone al mundo el Reino de Dios.
Que transforma desde adentro sociedad y corazón,
y planta comunidades donde se da conversión.
Ayúdanos Señor.