Día de los Abuelos y las Personas Mayores

Escrito el 26/07/2024
Agustinos


 "Estar cerca de los ancianos, acompañándoles "

En el calendario católico, el día 26 de julio se celebra a S. Joaquín y St. Ana, los padres de la Virgen María, la madre de Jesús. Por lo tanto, se recuerda a los abuelos de Jesús, por parte de madre.

Fue el propio Papa Francisco quien quiso establecer un día dedicado exclusivamente a los abuelos y a las personas mayores. De esta manera, está previsto que la Jornada se celebre cada año, en el ámbito de la Iglesia Católica, en las eucaristías del domingo cuarto del mes de julio, alrededor de la fecha de S. Joaquín y Sta. Ana.

En muchos países del mundo encontramos esta celebración de los abuelos, aunque no lo hagan el mismo día. Pues, igual que hay un día dedicado a las mamás y, otro, a los papás, es importante dedicar también un día a los abuelos, que siempre han sido tan importantes en la vida de cada grupo humano, de cada persona en particular.  

En el mensaje de este año, el Papa hace un llamamiento para que no dejemos de mostrar nuestra ternura a los abuelos y a los mayores de nuestras familias, visitemos a los que están desanimados o que ya no esperan que un futuro distinto sea posible. Y, nos propone que, a la actitud egoísta que lleva al descarte y a la soledad, contrapongamos el corazón abierto y el rostro alegre de quien tiene la valentía de decir “¡no te abandonaré!” y de emprender un camino diferente.

Señala el Papa en su mensaje que la Sagrada Escritura, en su conjunto, es una narración del amor fiel del Señor, del que emerge una certeza consoladora: Dios sigue mostrándonos su misericordia, siempre, en cada etapa de la vida, y en cualquier condición en la que nos encontremos. Podemos tener la certeza de que también estará cerca de nosotros durante la ancianidad, tanto más porque en la Biblia envejecer es signo de bendición.  

Recuerda el Papa que se encuentra también expresado en la Biblia el miedo al abandono, particularmente en la vejez y en el momento del dolor. Con mucha frecuencia la soledad es la amarga compañera de la vida de los que como nosotros son mayores y abuelos.

Para el Santo Padre, la soledad y el descarte de los mayores no son casuales ni inevitables, son más bien fruto de decisiones —políticas, económicas, sociales y personales— que no reconocen la dignidad infinita de toda persona

En esta IV Jornada Mundial dedicada a los abuelos, a las personas mayores, el Papa nos invita a estar cerca de los ancianos, reconociendo el papel insustituible que estos tienen en la familia, en la sociedad y en la Iglesia. De esta manera, señala Francisco, recibiremos muchos dones, muchas gracias, muchas bendiciones, al igual que recibió Rut, el personaje de la Biblia que se quedó acompañando a la anciana Noemí.