Día Mundial de la Libertad de Expresión del Pensamiento

Escrito el 20/09/2024
Agustinos


 "Es la base para muchos otros derechos"

El día 20 de septiembre de cada año se celebra el Día Mundial de la Libertad de Expresión del Pensamiento. Con la celebración de esta jornada se pretende exigir la protección de la diversidad de opiniones, así como el derecho a poderlas manifestar en libertad, sin que se amenace, reprima o acalle la forma de pensar, opiniones y creencias de las distintas personas.

En este día mundial se busca sacar a la luz pública la persecución y el encarcelamiento que sufre muchas personas en el mundo por querer ejercer el derecho a la libertad de expresión. De esta manera son violados sus derechos fundamentales relacionados con la búsqueda y divulgación de información, ideas y opiniones sin represalias.

Todo esto se basa en la Declaración Universal de los Derechos Humanos emitida por la Organización de las Naciones Unidas en el año 1948, donde en el artículo 19º se establece lo siguiente: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

Este derecho a la libertad de expresión del pensamiento es la base para muchos otros derechos, como el de la libertad de culto, de reunión y la capacidad para participar en asuntos públicos.

Lo que está claro es que la libertad de expresión es la piedra angular de cualquier sociedad democrática. Sin ella no existe un debate abierto, ni un intercambio libre de ideas. Por eso, hay que defender el derecho a que todo el mundo pueda expresarse.

Ahora bien, la pregunta que se hace mucha gente es si, al amparo de este derecho, se puede decir, escribir, o expresar cualquier cosa, o existe algo que no se pueda expresar.  

La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos ha elaborado una guía que ayude a discernir lo que se puede decir de lo que no. Así, considera que habrá que tener en cuenta el contexto, la intención, el contenido, la extensión, la condición del que habla o escribe y la probabilidad de que el pensamiento que se expresa pueda incitar a la violencia, el odio, la persecución o la venganza contra un grupo específico de personas.