“Cuidar, valorar y proteger la diversidad biológica"
Se celebra el día 22 de mayo de cada año y dicha fecha surgió a iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El objetivo que se busca con esta conmemoración es concienciar a las personas, gobiernos, instituciones públicas y privadas, sobre la protección, cuidado y conservación de los ecosistemas de todo el planeta y la diversidad biológica que los habitan.
Y ¿qué se entiende por biodiversidad? Pues la variedad de seres vivos existentes y las diferencias genéticas de cada especie, tanto de animales, plantas y microorganismos que nacen, crecen y se desarrollan en un determinado ecosistema.
Dicha biodiversidad es fundamental para el ser humano, ya que de ella depende el desarrollo de las actividades económicas, sociales y culturales que permitan cubrir todas las necesidades básicas de subsistencia de los hombres y mujeres que pueblan el planeta.
Porque, a pesar de todos los avances tecnológicos, la humanidad depende por completo de ecosistemas saludables si se quiere disponer de agua, alimentos, medicamentos, ropa, combustible, refugio, energía, etc. Y todo ello pasa por respetar, proteger y reparar la riqueza biológica del planeta.
Para el año 2024, el lema elegido de la campaña es “Sé parte del plan”. Con este tema, se busca instar a los gobiernos, pueblos indígenas, comunidades locales, organizaciones no gubernamentales, legisladores, empresas y ciudadanos a colaborar activamente en la implementación del Plan de Biodiversidad, pues todos tenemos un papel fundamental que desempeñar y podemos contribuir significativamente al éxito del plan.
Cabe indicar que los cinco principales impulsores de la pérdida de la biodiversidad son: la variación en el uso de la tierra y el mar, el cambio climático, la contaminación, la explotación directa de los recursos naturales y las especies invasivas en ecosistemas que no son los suyos propios.
Se requieren medidas políticas urgentes en el ámbito mundial, regional y nacional para transformar los modelos económicos, sociales y financieros de modo que las tendencias que han exacerbado la pérdida de biodiversidad se estabilicen para 2030 y permitan la recuperación de los ecosistemas naturales, con mejoras claras para 2050.
En definitiva, todos estamos llamados a poner nuestro aporte en el cuidado, valoración y protección de las distintas especies animales y vegetales que habitan en nuestro entorno, cuidar los recursos naturales y respetar a la naturaleza.