"Valentía, coraje y fuerza"
El 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Niño con Cáncer. Y, lo que se pretende con este día, es crear conciencia y sensibilizar a la población de todos los países, acerca de una enfermedad que afecta a muchos niños y jóvenes en el mundo.
Lo más importante, y por lo que hay que luchar, es porque en todas las partes de la tierra puedan existir los medios necesarios para realizar un diagnóstico precoz de la enfermedad y el debido tratamiento posterior.
En septiembre de 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la iniciativa mundial contra el cáncer infantil, con el objetivo de lograr al menos el 60% de supervivencia de los niños con cáncer para el año 2030 y reducir el sufrimiento de todos.
Para salvar vidas y reducir el sufrimiento de los niños con cáncer, esta iniciativa busca: a) aumentar la capacidad de los países para brindar servicios de calidad a los niños con cáncer; b) priorizar el cáncer infantil a nivel nacional, regional y mundial para impulsar la acción.
Cada año alrededor de 1.500 niños enferman de cáncer en España. En Europa fallecen unos 3.000 y, en todo el mundo, son diagnosticados al año con cáncer aproximadamente unos 400.000 niños y adolescentes (hasta los 19 años).
La Federación Española de Padres de Niños con Cáncer (FEPNC) es una entidad sin ánimo de lucro y de utilidad pública constituida en 1990 que coordina la actividad de las 22 asociaciones que existen en España. Estas han sido fundadas y están presididas por padres voluntarios afectados por el cáncer infantil.
Actualmente, la Federación da apoyo y ofrece servicio a más de 15.000 personas mediante programas de información y asesoramiento, la puesta en disposición de pisos de acogida para familias desplazadas, y el apoyo económico, psicológico y moral a los familiares y menores.
Dicha Federación se incluye en Childhood Cancer International, una organización formada en 1994 y que hoy cuenta con 181 organizaciones miembro de 93 países diferentes.
El lazo dorado que se ve en este día, es para hacer presentes a los niños y adolescentes con cáncer. Es una manera de expresar la valentía, coraje, fuerza y heroísmo de todos estos pequeños pacientes, que no se rinden y luchan para seguir disfrutando de la vida, acompañados por sus padres, familiares y amigos.