"Crear en todo el mundo una cultura de la paz"
El día 4 de noviembre de cada año se celebra el Día de la UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Por lo tanto, es un organismo especializado de la ONU para estos temas.
La UNESCO se crea en el año 1945, al finalizar la II Guerra Mundial, aunque entra en funcionamiento en 1946. La sede principal se encuentra en París (Francia), desde el año 1958. Su convicción es: “Puesto que las guerras nacen en la mente de las personas, es en la mente de las personas donde deben erigirse los baluartes de la paz”.
Así, el objetivo de este organismo es comprometer a sus países miembros en la mejora de la calidad de vida de las personas y promover la paz. Todo esto mediante la cooperación internacional en el ámbito educativo, cultural, comunicacional y de la ciencia.
Según el parecer de este organismo, una paz duradera en el futuro debe basarse en la “solidaridad intelectual y moral de la humanidad”, si se quiere prevenir el estallido de una nueva guerra mundial. Y esto requiere crear en todo el mundo una cultural de la paz.
En la actualidad, 194 países forman parte de la UNESCO, y otros 12 son miembros asociados. Todos ellos aúnan esfuerzos para orientar a las naciones en una gestión más eficaz del aprovechamiento óptimo de sus recursos y de sus valores, promoviendo la paz y la diversidad cultural.
Los proyectos de la UNESCO están organizados en cinco grandes programas: Educación, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y Humanas, Cultura, Comunicación e Información. Los países que se benefician de su acción son 172 y los colaboradores son 603, entre los que se encuentan lo Estados Miembros y otros donantes que comprometen fondos a la Organización.
Dichos programas que lleva a cabo quieren contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados en la Agenda 2030, que fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2015.
En definitiva, la UNESCO trabaja por crear condiciones adecuadas que propicien un diálogo entre las civilizaciones, las culturas y los pueblos fundado en el respeto de los valores comunes.
Solo el diálogo podrá crear concepciones de un desarrollo sostenible que suponga el respeto de los derechos humanos y la reducción de la pobreza, objetivos que se encuentran en el centro mismo de la misión y las actividades de la UNESCO.