"Pensar, amar y actuar como Jesús"
El 1 de noviembre se celebra en el mundo católico el Día de Todos los Santos. El objetivo de esta fecha es rendir homenaje a las personas santas que han existido a lo largo de la historia del cristianismo.
En dicho día se recuerda a los hombres y mujeres que han sido declarados por la Iglesia como santos, pero también a todas las personas fallecidas que ya se encuentran gozando de la presencia de Dios.
La Iglesia declara como santo o santa a aquella persona que ha cumplido con los diez mandamientos, los cuales se resumen en dos: “amar a Dios sobre todas las cosas y, al prójimo, como a uno mismo”.
¿Y quién ha hecho esto en su mayor perfección o plenitud? Pues Jesucristo que, a lo largo de toda su existencia, no hizo otra cosa que amar a Dios y a los demás, dando al final la vida en la cruz como ejemplo supremo de amor a la humanidad.
Así, en un principio, la Iglesia solo celebraba el día de la muerte de un mártir que había dado la vida por la fe y el Reino de Dios, como Jesucristo. Posteriormente, sobre todo con la persecución a los cristianos de Diocleciano, conocida como la Gran Persecución, donde fueron muchos los martirizados, la Iglesia tuvo que agrupar a los mártires en una única festividad.
La primera celebración que se conoce de un día para Todos los Santos es en la ciudad de Antioquía, en el domingo antes de las fiestas de Pentecostés, durante las pascuas. Otra mención de un día común para rendir homenaje a los santos aparece consignada en el sermón de San Efrén el Sirio, que data del año 373, pero en este día solo se recordaba a los mártires y a San Juan Bautista.
Hay que ir hasta el año 731 para conocer que el Papa Gregorio III, dedica la Basílica de San Pedro, en Roma, a todos los santos, y establece, de esta manera, el día 1 de noviembre como la fecha para celebrar fiesta de todos ellos juntos.
Po lo tanto, en este día ya no solo se recuerda a los cristianos mártires, que han sido perseguidos y asesinados por la fe, sino a todas las personas que la Iglesia las ha declarado santos y santas por haber llevado una vida de seguimiento de Jesús, demostrado a través de su forma de pensar, amar y actuar.