"Guardar para cuando se necesite"
El 31 de octubre de cada año se celebra el Día Mundial del Ahorro, con el objetivo de que nos demos cuenta de la importancia que tiene el ahorro para nuestro futuro financiero
Esta conmemoración tiene lugar desde el año 1924, cuando tuvo lugar el Primer Congreso del Ahorro en Milán (Italia). Allí se dieron cita representantes de diversos países para tratar temas relacionados con las Cajas de Ahorro. Las jornadas de trabajo concluyeron el 31 de octubre, fecha que se fijó, desde entonces, para celebrar el Día Universal del Ahorro.
Con anterioridad, España y otros países ya habían celebrado un día nacional dedicado al ahorro, por lo que se unificó este criterio para convertirlo en algo mundial. La intención era promover el ahorro como mecanismo para alcanzar un mejor nivel de vida, y concientizar sobre la importancia de no malgastar.
El ahorro consiste es destinar una parte de los ingresos que tenemos con la intención de usarlos en planes futuros, o en casos de necesidad, o de una urgencia económica. Para ello, se separa una cantidad de dinero y se guarda en un lugar, ya sea en una entidad bancaria, cuando somos mayores, o en la hucha, cuando somos pequeños.
Y, esto de ahorrar dinero, vale para las personas en particular, las familias, los negocios, las empresas, así como para los gobiernos de los países. Todos debemos vivir y transmitir a lo demás la cultura del ahorro, como se suele decir de “guardar para cuando no haya”.
Los primeros ahorradores los encontramos en la antigüedad con los pueblos incas, chinos y egipcios, quienes guardaban parte de sus cosechas para los tiempos más difíciles o cuando tuvieran más necesidades.
En el año 1462 se formó la primera Organización del Ahorro para proteger a sus integrantes de la usura. Fue creada por monjes franciscanos y se llamó “Monte de Piedad”. En esta misma época se organizaron los “Bancos”, y se llamaron así porque el que prestaba el dinero lo hacía en un banco que ponía en la calle.
Cuando no se podía devolver el dinero, había peleas, y era común que, el que no podía devolverlo, le rompiese el banco al negociante en el cuerpo. De este hecho se deriva la expresión “Banca Rota” para calificar la quiebra de una institución. Así, se suele decir que “estoy en banca rota” o, esta empresa, negocio o banco, está en “banca rota”.