El hombre es un misterio
“El convento es la casa santa de los hombres que viven en la tierra la vida angélica. Pero nunca deben considerarse seguros mientras caminen en esta vida de luchas y miserias; el hombre es un misterio. El monasterio es un puerto, pero se comunica con el mar y pueden entrar naves en colisión”. (De la santa virginidad 53, 54).
Poco a poco anochece en el convento,
poco a poco la oscuridad aumenta;
la luz del fanal crece, se acrecienta,
domeña la humildad de mi aposento.
Contemplo enmudecido el firmamento,
su azul y tachonada vestimenta;
poquito a poco caigo yo en la cuenta
de que Dios me ha ganado este momento.
¡Noble crepúsculo, gozar sereno,
me estáis llenando el alma de dulzura;
turba mi seso el divino consuelo!
Suave cicuta, dulce veneno,
aldaba sois de mi mejor ventura:
llamando estoy al cuarterón del cielo.
Nazario Lucas Alonso