Conocer a Dios
“Hay quien para encontrar a Dios estudia en los libros. Cierto es un gran libro la misma belleza de la creación. Levanta los ojos a lo alto, ponlos en lo de abajo, reflexiona, lee. Dios no ha escrito con tinta las letras por donde le conocieras; te puso delante de las mismas cosas que hizo. ¿Qué más autorizada voz deseas? El cielo y la tierra te claman: “Dios me hizo”.
(Sermón 126, 6).
Mirando las estrellas comprendí
que en cada una se esconde un paraíso.
Mirando las estrellas comprendí
el valor que no damos a la vida
porque ellas sobreviven en su brillo
y aquí morimos si algo se termina.
¿Ves estrellas perdidas en su mundo?
¡Claro que algunas de ellas van huïdas!
Las hay que se desvían de su rumbo,
vagan en soledad, como abatidas;
mas siguen con su brillo permanente
encontrado en el centro de sí mismas
que de su luz y su brillar es fuente.
Mirando las estrellas comprendí
lo que santos y sabios nos han dicho:
“No te evadas, no escapes, entra en ti,
conocernos por dentro no es capricho”.
¿Es que en tu ser encuentras soledad?
¡Presencia de cosas, ausencia de Mí!
Mirando las estrellas comprendí
que yo encuentro el Amor cuando entro en mí.
Nazario Lucas Alonso