No seamos estériles
“La Virgen estuvo grávida por la encarnación de Cristo; que nuestras almas estén grávidas por la fe en Cristo. La Virgen dio al Salvador; demos nosotros a luz la salvación y la alabanza. No seamos estériles; seamos fértiles para el Señor”. (Sermón 189, 3, 39).
Si tuviera que elegir
entre piropo o plegaria,
entre fandango o saeta,
entre palmas o guitarra,
entre el arte del toreo
o el del cante jondo, Triana,
me quedaría con todo:
con piropo y con plegaria,
con fandango y con saeta,
con el ritmo y la guitarra;
me quedaría contigo,
con toda, “toíta” Triana,
con lo que guardas en ti:
la esencia, el duende y el alma,
con lo mejor que tu tienes:
la Esperanza Inmaculada
a quien perlas vi en sus ojos
y confundí con dos lágrimas
que me hicieron exclamar:
“Vivan Sevilla y Trïana,
viva la Madre del cielo,
vivan las Inmaculadas”.
Nazario Lucas Alonso