El verdadero sacrificio
“Verdadero sacrificio es toda obra que se hace con el fin de unirnos a Dios en santa compañía, es decir, relacionada con aquel fin del bien, merced al cual podemos ser verdaderamente felices. De donde se sigue que la misericordia que nos mueve a socorrer al hombre, si no se hace por Dios, no es sacrificio. (La Ciudad de Dios, X, VI).
¿Deformará la vida campesina
tu porte de dama y de señora?
En tu sonrisa el corazón aflora
y en tu mirada el alma se adivina.
Mirada y sonrisa, joyas divinas
-espejo es tu semblante- acogedoras;
oriflama en personas labradoras,
sufridas, que hermanan frutos y espinas.
Apacible solaz, feliz ventura
vivir en la frescura y el color
gozando y disfrutando las alturas
superando fatigas y calor,
sintiendo, como humana criatura,
el gozo del cariño y del amor.
Nazario Lucas Alonso