Oración
Cuando no tenemos dolencias, Señor, te pedimos ánimo para cambiar el mundo y nuestro corazón; que andes por las calles y por nuestras venas, por nuestra familia y nuestra sociedad; que tu reino de paz y justicia nos acompañe.
Cuando la angustia y la enfermedad nos rondan y nos atenazan, aún nos quedan gritos para la oración: danos la paz, cúranos del miedo, da paciencia a quienes nos cuidan, cariño a nuestras familias, sensatez a quienes nos olvidan, y lucidez para no desesperar.
En este momento y durante toda la vida te pedimos fuerza, y te damos gracias porque sabemos que siempre nos acompañas de forma directa y a través de las personas que pones a nuestro lado.
Con confianza te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
AMÉN