Historia y personajes

Escrito el 29/08/2024
Agustinos


Fr. Alonso de Veracruz, Teólogo y Reformador

Alonso Gutiérrez cambió su nombre al entrar en la Orden de San Agustín tras su llegada a Méjico por el de Fr. Alonso de Veracruz. Había nacido en Caspueñas, provincia de Guadalajara en 1507. Sus padres le enviaron a la Universidad de Alcalá para recibir una primera formación en Humanidades.  De ahí pasó a Salamanca donde cursó Artes (Filosofía) y Teología.

En la Universidad de Salamanca fue alumno destacado de Francisco de Vitoria, con quien tuvo una relación especial por sus dotes de estudio y trabajo, que le confirió el título de Maestro en Teología. Fue ordenado de sacerdote y dio un curso de Artes en la misma universidad, ejerciendo de preceptor de los hijos del Duque del Infantado. Animado por el agustino Francisco de la Cruz, que estaba preparando una tercera barcada de misioneros para Nueva España se unió a otros doce agustinos, llegando a Veracruz en 1536.

Al desembarcar en Méjico decidió entrar en los agustinos, por lo que comenzó el noviciado que terminó con la profesión religiosa en 1537, cambiando su nombre por el de Alonso de Veracruz. Subió al convento de Méjico, ejerciendo de maestro de novicios hasta 1540 en que se traslada a Michoacán, donde estableció la casa de formación de la recién creada Provincia Agustiniana de Méjico. En esta casa de formación impartió Artes y Teología y el centro alcanzó un nivel de estudios muy elevado, siendo considerado el primer centro de estudios superiores de la Orden en América, con un plan de estudios muy bien estructurado y abierto a alumnos laicos.

También aprendió el idioma de los indígenas de la zona y predicó el mensaje cristiano, defendiendo la categoría humana de los indios y su capacidad para recibir la eucaristía, algo en duda en ese tiempo. Ocupó el puesto de administrador de la diócesis de Michoacán y en 1543 fue elegido vicario provincial de los agustinos de Méjico y dos años después prior provincial. Durante su mandato se fundaros varios conventos en las nuevas ciudades, como el de Valladolid, Huango, Charo y algunos más. En 1553 fue presentado para obispo de León, pero renunció, ni aceptó las mitras de Michoacán y Puebla. Ese mismo año fue nombrado catedrático de Sagrada Escritura y también de Santo Tomás en la Universidad de Méjico.

 

Regresó a España en 1562 y publicó varias obras de Teología y participó en la Junta Magna de Madrid en que se trató de resolver los conflictos que se suscitaban en Nueva España, tanto de tipo político, como religioso. Permaneció en España hasta 1573 y ocupó el cargo de prior del convento de San Felipe el Real y visitador de la Provincia de Castilla. Antes de partir para Méjico fue nombrado visitador de las provincias agustinas en América.

De vuelta en su provincia de Méjico fue elegido prior provincial en 1575. Fundó el colegio de San Pablo en la capital, para los estudiantes agustinos en la Universidad de Méjico, dotándole de una buena biblioteca en la que aportó muchos de sus libros. Murió en el convento de Méjico en 1584. Fue un prolífico escritor de obras de Filosofía y Teología y en ellos trató sobre el derecho de conquista y las capacidades y derechos de los indios, incluyendo la libertad e igualdad.

Fr.  Ricardo Paniagua