Convento de san Agustín de Badajoz
El convento de S. Agustín de Badajoz pertenecía a la Provincia Agustiniana de Andalucía y era la principal casa de los agustinos en Extremadura. Sus orígenes se remontan a la época anterior al siglo XV, y en un principio se instalaron en una ermita extramuros de la ciudad dedicada a Santa Engracia, para pasar después al interior del casco urbano a principios del siglo XV, gracias al apoyo del obispo de la ciudad.
En el siglo XVII construyeron un nuevo convento mucho más amplio y con mejores instalaciones. La fachada de la iglesia conventual era blanca de mármol y estilo clasicista, con columnas estriadas sobre un pódium, coronado con la imagen de San Agustín y los escudos de Badajoz y del obispo agustino Fr. Agustín Antolínez a los lados. Adosado a la iglesia se edificaron dos claustros que tuvieron varias reformas hasta el siglo XIX.
El interior de la iglesia estaba constituido por tres naves, cubiertas con bóvedas de cañón y de nervios, siendo más elevada la central. El retablo mayor es de principios del siglo XIX, y está presidido por una imagen de la Virgen con el Niño del siglo XVI. En el interior del templo se encuentran varios enterramientos de familias destacadas de la ciudad, como los Arguello Carvajal y el marqués de Bay, Capitán General de Extremadura en la Guerra de Sucesión. Está iglesia está considerada una de las más bellas de la ciudad de Badajoz. Este año 2023 se ha publicado un libro titulado “Mi querida iglesia de S. Agustín”, cuyo autor es Manuel Díaz Durán.
En el convento vivieron unos 25 religiosos a lo largo de los siglos, que en el momento de la desamortización se habían reducido a 16. Era casa de noviciado y recibía a los candidatos de Extremadura. En sus claustros se impartían clases de Teología, Filosofía y Matemáticas, lo que indica la importancia que tenía en la provincia religiosa. Como en otros conventos también se ofrecía la confesión y predicación a los fieles de la ciudad.
Lo mismo que sucedió a los demás conventos españoles, la invasión francesa fue una catástrofe, a la que se añadió la política anticlerical del Trienio Liberal de 1820. Con la Desamortización de Mendizábal los agustinos fueron expulsados de su convento y sus instalaciones sufrieron el expolio y abandono propios de esa situación. Algunas partes del mismo se usaron para diversos servicios del Ayuntamiento. Con las Guerras Carlistas el edificio conventual fue utilizado como cuartel, construyendo los militares algunos elementos más para su uso. Afortunadamente la iglesia siguió abierta y sirvió para el uso de la población. En la actualidad hay un proyecto para rehabilitar los claustros y establecer en ellos la sede de la Escuela de Artes y Oficios.
En la iglesia está instalada la parroquia de Santa María la Real de Badajoz, aunque popularmente se le conoce como S. Agustín, y es considerada la más antigua de la ciudad. En las excavaciones realizadas recientemente se ha encontrado una cripta con enterramientos de la familia de un regidor de Badajoz del siglo XVIII, y parece que hay varios enterramientos más. Hoy se llevan a cabo visitas guiadas para explicar su valía artística del templo y la vida de los agustinos en la ciudad durante más de cuatrocientos años.
Fr. Ricardo Paniagua