Curiosos y perezosos
“Los seres humanos son curiosos para averiguar vidas ajenas y perezosos para corregir la propia”. (Conf. 10, 3).
Canta alegre la gaviota
buscando el azul del cielo;
yo la admiro desde el suelo
con el alma triste y rota.
¿Por qué un ave tan sencilla
se acerca hasta el infinito
y yo, que hombre soy, me agito
ante tanta maravilla?
La gaviota cumple leyes
dictadas del Creador.
¿Serás, humano, mejor,
si tú trastocas las Leyes?
¡Oh grandeza de Natura!
¡Oh pequeñez del humano,
ponte de Dios en la mano
y sentirás su ventura!
Nazario Lucas Alonso