"Monasterios agustiniano o de inspiración agustiniana"
Al final de nuestro encuentro anterior de “Sabías que…”, nos preguntábamos si la Orden de San Agustín tiene algo que ver con aquellos primeros monasterios de monjes que Agustín fundó, o que nacieron de su inspiración.
Para poder dar respuesta a esta pregunta, vamos a tener que conocer, en primer lugar, cómo eran aquellos primeros monasterios, de los que había tanto masculinos como femeninos.
Por los escritos de Agustín vemos que para entrar en el monasterio no se tenía en cuenta la condición social, edad o posición dentro de la Iglesia. Dentro de los muros del monasterio convivían nobles y libertos, ricos y pobres, jóvenes y menos jóvenes. Algunos eran sacerdotes y otros no.
Todos ellos vivían juntos, con los mismos derechos y obligaciones. La única distinción que estaba permitida era aquella provocada por la falta de salud, al exigir esta circunstancia un trato especial hacia la persona enferma.
A través de sus monasterios, el obispo de Hipona logró revitalizar la Iglesia de África ya que esta, en otro tiempo floreciente, se hallaba entonces debilitada por las divisiones internas y una mediocre vida cristiana.
Los monasterios eran lugares donde, con las deficiencias propia de la condición humana, se vivía el evangelio con intensidad. Además, se convirtieron en centros de estudio.
De estos monasterios salieron numerosos obispos, personajes célebres en la vida de la Iglesia. Como grupo fueron los verdaderos artífices de un nuevo resurgir de la vida católica en aquellas tierras ardientes.
Al mismo tiempo, promovieron el ideal de vida evangélica en línea con la inspiración de San Agustín. No era raro que los que salían del monasterio para ir a otro lugar donde la Iglesia les necesitase, fundasen ellos mismos otros monasterios.
Pero de todo esto seguiremos hablando en nuestro próximo espacio de “Sabías que…”.