Píldoras de San Agustín

Escrito el 22/07/2024
Agustinos


 

¡Hola, qué tal, cómo estás!

En esta semana que hoy comienza, los religiosos de la Orden de San Agustín están de enhorabuena. Algunos de sus jóvenes van a emitir los votos de pobreza, castidad y obediencia, unos por primera vez y de forma temporal, y otros de forma solemne para toda la vida.

Los primeros lo hacen al concluir el año de noviciado y dichos votos los irán renovando año tras años, durante un tiempo determinado. Los segundos lo hacen después de estar unos años en la casa de formación con votos temporales renovados.

De esta manera consagran la vida al Señor y lo hacen dentro de la Orden de San Agustín, que tiene como puntos fundamentales de su existir la experiencia de Dios, la vida en comunidad y el trabajo apostólico al servicio de la Iglesia.

Y, para lograr esto, es necesario que todos los religiosos tengan una sola alma y un solo corazón en camino hacia Dios, tal como señala San Agustín en su Regla, en lo que podríamos llamar el manual general de vida para los agustinos.

Una unidad que es el deseo de todos los hermanos, que hay que fomentarla, pero, sobre todo, es una gracia de Dios, como dice el obispo de Hipona:

“Los hermanos y hermanas viven juntos en unidad, no por su capacidad o por sus méritos, sino por la gracia de Dios que es como rocío del cielo. Este rocío proviene de Cristo. Todos vosotros que deseáis vivir unidos, desead este rocío y el ser humedecidos. De lo contrario, no podréis mantener lo que profesáis.”

(Enarraciones al salmo 132, 10-11)

Oración:

“Señor, tú eres mi ayuda y la ayuda de todos aquellos que te anhelan. Tú eres mi Redentor, para que yo pueda llegar a ti.”

(Enarraciones sobre el salmo 18, 15)