Historia y personajes

Escrito el 04/07/2024
Agustinos


Fr. José de la Canal, historiador

El agustino Fr. José de la Canal está unido a la gran obra del P. Flórez, “La España Sagrada”. No sólo fue su continuador con otros agustinos, sino el custodio de su archivo en los días aciagos de la invasión francesa y la ocupación del convento madrileño de San Felipe el Real, y posteriormente fue elegido Director de la Real Academia de la Historia.

Nació en el valle de Cabuérniga, Cantabria, el año 1768. Al morir sus padres su tío le llevó a Burgos, donde recibió la primera formación en Gramática y Filosofía. En esa ciudad descubrió su vocación religiosa y entró en el convento de San Agustín, donde profesó 1785. Allí estudió Filosofía y en Salamanca Teología, siendo ordenado de sacerdote en 1792 e impartiendo clases en Madrid y Burgos.

En 1797 fue destinado a Salamanca como formador de estudiantes y allí conoció al obispo Antonio Tavira, gran bibliógrafo. Pasó a Toledo, donde se encontró en medio de la polémica jansenista y las acusaciones a los agustinos por esa desviación, defendiéndose con sus escritos. En 1804 fue destinado como profesor al convento de San Felipe el Real y para colaborar con el sucesor del P. Flórez, Fr. Fernández Rojas. Al ser expulsados los agustinos del convento en 1808 se quedó custodiando el archivo, biblioteca y monetario del P. Flórez, aunque no pudo impedir que fuera saqueado en parte por los franceses.

Terminada la Guerra de la Independencia se pudo recuperar una parte de lo robado en San Felipe. Al participar con artículos en el periódico el Universal fue condenado por un artículo con arresto domiciliario acusado de liberal por el gobierno de Fernando VII. Exonerado de culpa, fue nombrado por el capítulo provincial de la Provincia de Castilla de 1815 colaborador de Fr. Antolín Merino en la continuación de la “España Sagrada”, y más tarde fue nombrado Académico correspondiente de la Academia de Historia.

La reina Gobernadora María Cristina le propuso para obispo de Gerona, pero renunció, recordando su labor en los libros en Madrid, donde ya se le conocía como el Ermitaño de la Puerta del Sol. El año 1844 fue elegido por unanimidad Director de la Real Academia de la Historia, aunque poco después su salud se deterioró y falleció el 17 de abril de 1845. Años después, tanto él como el P Merino fueron llevados a un nicho de la sacramental de San Luis.

Fr.  Ricardo Paniagua