Píldoras de San Agustín

Escrito el 13/01/2025
Agustinos

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Hola, qué tal, cómo estás.

Ayer hemos celebrado el bautismo de Jesús en el río Jordán. En este episodio del evangelio de Lucas, Jesús se manifiesta humilde acercándose a Juan y siendo bautizado por él.

En ese momento, su Padre Dios, nos lo presenta a toda la humanidad con las palabras: “Tú eres mi hijo, el amado; en ti me complazco”. Al mismo tiempo, aparecen los símbolos que acompañan a las palabras dichas por Dios y que son: el cielo abierto y el Espíritu que se posa sobre Jesús.

Es la confirmación de que Jesús es el enviado por Dios para, a partir de ese momento, anunciar con sus palabras y sus obras la conversión, el perdón de los pecados, la llegada del Reino de Dios que está en medio de este mundo.  

Hoy, en nuestro apartado de las “Píldoras de San Agustín”, el santo de Hipona nos invita a que nos hagamos humildes como lo ha sido Jesús. Agustín nos transmite el sentir de Jesús a través de esta pequeña píldora que la hemos titulado: “TODO EL QUE VIENE A MÍ SE HACE HUMILDE”.  Nos dice Jesús en boca de San Agustín:

“Todo el que viene a mí se hace humilde. Yo he venido en humildad, he venido para enseñar la humildad, he venido como modelo de humildad. El que viene a mí se une a mí. Quien viene a mí se hace humilde; el que sea fiel a mi querer, será humilde; una persona tal no hace su voluntad, sino la voluntad de Dios. Por eso no será rechazado”.

  (Comentario a Juan 25,16)

Oración

¡Señor, tú vives sin preocuparte por ti, sólo te preocupas de nosotros!

(Confesiones 9,3)