Hola, qué tal, cómo estás.
El miércoles comenzamos el nuevo año 2025 y, por todas partes, se oye o se lee a los supuestamente “expertos”, que anuncian qué es lo que va a pasar, o hacia donde se va a orientar el mundo los próximos 365 días.
Casi todas las opiniones tienen un cariz negativo, en cuanto a las situaciones qué más preocupan a la humanidad. Entre ellas se pueden citar la paz, la economía, la salud, el trabajo, la familia, la política, etc.
Se suele decir que los tiempos que nos han tocado vivir son recios, complicados, llenos de dificultades. En nuestras conversaciones solemos emplear expresiones como “las cosas son así, qué vamos a hacer, es lo que toca”.
En tiempos de San Agustín también las situaciones eran difíciles, pero él no se conformaba con decir “es lo que toca”. Él cree que los seres humanos tenemos algo distinto que decir y hacer. Nos lo indica en este pequeño texto que se titula: “Cambia las personas y cambiarán los tiempos”:
“Tú dices: son tiempos difíciles, son tiempos de opresión, son tiempos preocupantes. Vive correctamente y cambiarán los tiempos. Los tiempos nunca han hecho mal a nadie, los que hacen el mal son los seres humanos. Por tanto, cambia a los seres humanos y cambiarán los tiempos”.
(Sermones 311, 8)
Oración
¡Levanta mi alma, Señor, del abatimiento, para que apoyándome en tus criaturas llegue hasta ti, que las has creado. Porque nosotros reconstruimos y encontramos la verdadera fuerza en ti!
(Confesiones 5, 1)