"Fin y espíritu de la Orden II"
En nuestro anterior encuentro de “Sabías que…” comenzamos a ver cuál es la finalidad y el espíritu que guía a los agustinos. Concluimos que los grandes ejes que rigen el ser y el quehacer de los religiosos agustinos son: la comunidad, la contemplación, la interioridad, el estudio y el apostolado.
Todos estos aspectos se relacionan entre sí, influyen unos sobre otros, ya sea para avanzar en el fin de la Orden y en la santidad de los religiosos, para estar parados, o para retroceder. Por eso, hay que buscar el equilibrio entre ellos. Que crezcan y se desarrollen al mismo tiempo.
Así, la vez pasada se dijo que no puede faltar en la Orden de San Agustín, en el espíritu del religioso agustino, el anhelo de la contemplación, de la interioridad ni, tampoco, el del estudio, el apostolado. Todos son necesarios.
Ahora bien, lo que no puede faltar nunca en la Orden y entre los agustinos es el espíritu de la fraternidad. Este espíritu tiene su clara expresión en la vida de comunidad, entendida más como unidad de corazones que como presencia bajo un mismo techo.
De esta manera, tanto el apostolado, el trabajo que realiza el religioso, como la contemplación, la oración, han de ser de la comunidad y para la comunidad, no sólo la agustiniana, sino también la eclesial.
Por eso la Orden de San Agustín no tiene ningún apostolado específico, como pueden tener los Hermanos de San Juan de Dios, que se dedican a la sanidad, o los Hermanos de La Salle, que surgen para la educación.
Los agustinos no nacieron de manera específica para hacerse cargo de parroquias, tener colegios, ser intelectuales, ir a las misiones, etc.… Están abiertos a hacer lo que sea necesario. El único criterio para optar por un apostolado u otro es lo que le solicite la Iglesia.
Una necesidad que se manifiesta en un momento y lugar determinado. De ahí que se pueda encontrar a un grupo de agustinos en cualquier parte del mundo y haciendo multitud de tareas diferentes. Eso sí, siempre en comunidad.
Bien, pero aquí no acaba el fin y el espíritu de la Orden de San Agustín, seguiremos profundizando en todo esto en el próximo espacio de “Sabías que…”