Pacto educativo global. Amistad social

Publicado el 20/07/2021
Agustinos


Un Pacto Educativo Global como medio para la amistad social en un mundo roto

Mauricio López Oropeza, director interino del Centro de Acción Pastoral y Redes del CELAM considera que la educación en general, y todas las muchas instancias de la Iglesia Católica que trabajan para este objetivo, son medios imprescindibles para reconstruir el tejido social y proclamar el camino a otro mundo posible.

Mauricio López

Todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, por poseer la dignidad de persona, tienen derecho inalienable a una educación que responda al propio fin, al propio carácter, al diferente sexo, y acomodada a la cultura y a las tradiciones patrias, y al mismo tiempo, abierta a las relaciones fraternas con otros pueblos, para fomentar en la tierra la unidad verdadera y la paz” Concilio Vaticano II - CVII. Declaración sobre la Educación Cristiana de la Juventud (octubre, 1965).

Hace más de 55 años, en el marco del parteaguas que ha representado el Concilio Vaticano II, la Iglesia ya afirmaba con fuerza y claridad el sentido universal de la educación, su peso y valor ético no negociable, y sobre todo su aporte para la construcción de la sociedad; de una ciudadanía eventualmente capaz de construir un mundo justo y solidario, y la importancia del reconocimiento y respeto de la diversidad. Si bien la sensación, hoy como entonces, es de que estamos todavía muy lejos de alcanzar el sueño anhelado, precisamente por ello es imperativo seguir impulsando esta reforma estructural desde las raíces, buscando que tenga siempre aroma y color de Evangelio.

Ciertamente algunas expresiones y categorías se han desarrollado con más fuerza y pertinencia, gracias al avance de nuestras sociedades, los postulados esenciales de la Declaración del CVII sobre la Educación tienen un valor innegable hoy. Especialmente en el marco de la discusión sobre el Pacto Educativo Global – PEG, tan central en el Pontificado de Francisco, y del que hablaremos más adelante. El tono en el que se escribe este documento del CVII es fiel al sentido de todo el discernimiento Conciliar, y expresa una profunda comunión con la propia Declaración Universal de los Derechos Humanos. Documento de vital importancia para todo el planeta, y su proyecto de configuración en un modo más equitativo y justo, desde su promulgación en 1948, 15 años antes del inicio del II Concilio.

Imposible no percibir el intento de diálogo de la Iglesia Católica con el espíritu del Artículo 26 de esta Declaración sobre DDHH:

Toda persona tiene derecho a la educación… La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz”.

El Concilio Vaticano II ha planteado, entre tantos otros caminos de reforma, el afirmar la necesidad de la Iglesia de responder ante los graves signos de los tiempos que aquejan a la humanidad pues nada verdaderamente humano es ajeno a Dios.

También de reconocer Su proyecto encarnado en este tiempo de cambio que continua hasta hoy; y el llamado a no ser arrastrados por la angustia y el sinsentido, sino abrazar la realidad actual y ser parte de la solución tejiendo un proceso Reinocéntrico como el propio Jesús nos enseñó.

Se trata de un proyecto a ser construido en solidaridad, fraternidad y justicia, con una mirada especial sobre los múltiples excluidos de ayer y hoy, esos descartables que para muchos poderes vigentes no son sujetos, sino objetos a su disposición para perpetuar su proyecto autorreferencial.

Buscamos, y estamos llamados a trabajar todos los días para ello, un camino distinto donde sobreabunde la fuerza de la esperanza en la humanidad, y que propicie más y más una Iglesia legítima y relevante en medio de este mundo, sus gritos y sus esperanzas.

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Fuente:

https://www.vaticannews.va/es/mundo/news/2021-07/pacto-educativo-global-amistas-mundo-roto-mauricio-lopez.html