Lo que la Iglesia es, lo que la Iglesia hace
Sumando X logramos un mundo mejor» nos abre a la misión común en la búsqueda de una sociedad más justa. X que contribuyen a hacer posible que el bien crezca; X que van de un sitio a otro, de manera natural, sobrevolando sobre las personas que necesitan de otras personas; X que desarrollan una labor humanizadora. La dignidad nunca se pierde, ni en los momentos más duros y difíciles de las personas, pero, sin embargo, sí que es muchas veces olvidada. Además, prácticamente durante todo el pasado, hemos tenido la pesada y oscura nube de una pandemia que aún sufrimos. La Iglesia ha redoblado sus esfuerzos con empeño, y también con rapidez. En poco más de dos semanas, a últimos de marzo de 2020, parroquias, seminarios, diócesis, toda la Iglesia en España puso todo a disposición de una sociedad necesitada. Una Iglesia que es más de lo que se ve. La mayoría de las veces de manera callada, pone a disposición de todos no solo sus recursos, también lo más valioso que se puede entregar: las personas. Sacerdotes, religiosas y religiosos, voluntarios, todos al servicio de todos. Pero también edificios, recursos, iniciativas, creatividad en una situación que ha dejado ver nuestra debilidad.
Como las cosas importantes, más, como a las personas a las que queremos, a la Iglesia se la echaría de menos si no estuviera, si nos faltara su mano tendida de manera desinteresada en lo material y en lo espiritual. A veces nos parece que lo más urgente es un plato de comida, un techo bajo el que cobijarse. ¿Y cuando falta la esperanza y el consuelo? Es la dignidad de la persona el centro de la acción de la Iglesia y, también, el centro del anuncio del Evangelio, porque un mundo sin transcendencia carece de algo esencial en lo humano. Son 106.000 personas las que han marcado la X en el último ejercicio y, con ello, ponen al descubierto la belleza de la labor de la Iglesia que, muchas veces ignorada y oculta, continúa desarrollando todo por el bien de todos. Cuando seguimos pidiendo que se marque la X es por un mundo mejor, por lo material y por lo espiritual, para mirar al hombre, al varón y a la mujer, cara a cara, en todo lo que son, en la plenitud de su dignidad. A todos y por todos: gracias.
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