Texto: Santiago Alcalde, OSA
Música: Acousticguitar
La opinión más importante es la propia opinión
En una conferencia a la que asistí, recuerdo que el conferenciante afirmaba lo siguiente: “Hoy el mundo se mueve por opiniones y no por certezas… El gran problema del hombre actual es que está más pendiente de lo que los demás piensan de él, que de gustarse a sí mismo, de construirse como persona, y de trabajar por ser como le gustaría ser”.
En ese monasterio acababa de entrar un grupo de postulantes a la vida religiosa. El maestro de novicios, que se encargaría de ellos, era un hombre experimentado en humanidad y piedad. Un día les preguntó: “¿Qué opinión es la que bebe importarle más a una persona?”.
Los novicios reflexionaron, luego uno de ellos dijo: “Ante todo hay que tener en cuenta la opinión de los demás, porque no vivimos aislados de la sociedad”. Otro afirmó: “Para mí la opinión de la familia es muy importante. En ella están las personas que más nos quieren y nos aconsejan bien”. Un tercero añadió: “Yo pienso que los amigos. Ellos son parte de la sociedad y a la vez son como de la familia”.
Los demás jóvenes se decantaron por una de las tres opiniones. Finalmente el maestro dijo: “Vuestras respuestas y razonamientos me parecen interesantes; pero yo no estoy de acuerdo. La opinión más importante es la propia opinión. Los demás se pueden equivocar o los podemos engañar; pero a nosotros mismos no nos podemos engañar. Tarde o temprano la verdad llega siempre con su luz. Entonces nos vemos como somos y nos juzgamos sin mentira ni error.”.
Dejando que estas palabras penetraran en su interior, continuo diciéndoles: “No importa nada que todos los hombres del mundo hablen bien de ti, si tú mismo piensas mal de ti. Nada importa que todas las personas piensen mal de ti, si tu conciencia aprueba tu comportamiento”.
Los jóvenes novicios quedaron en silencio. Entendieron que el tribunal superior lo lleva cada uno dentro de sí. Y que cada uno está obligado a construirse día a día, algo que no es fácil, porque muchas son las cosas que nos tironean y entre ellas la opinión de los demás es muy poderosa. Resistirse a ella es de valientes.