¡Qué alegre es tu presencia!
«¡Qué alegre es tu presencia,
Señor resucitado,
cuando la fe te encuentra
porque te fue buscando!
La fe es la Magdalena
que te busca entre llantos.
Mi aleluya hoy se eleva
y vuela de mis labios,
tejiendo con sus vuelos
tapiz de alegres salmos.
Tu paz y tu alegría
-Señor resucitado-
ponen alas y ritmo
a mi fe y a mi canto».
–JL Mtez González