"Buscad continuamente el rostro del Señor"

Publicado el 10/07/2024
Agustinois


Texto:  Clara de Mingo
Música:  Bensoundcute

Entre la rutina y la desconexión

El salmo de hoy nos viene al pelo. Apenas han pasado 10 días de julio y muchas personas han, o hemos, entrado en modo vacaciones. Ese punto intermedio en el que estás tachando los días para coger carretera y manta, yendo al trabajo en bermudas y las gafas de sol, y los momentos de mantener los pies en la tierra porque aún queda algún que otro madrugón.

Si hay algo que caracteriza a este periodo del año es el punto de inflexión entre la rutina y la desconexión del mundo que nos rodea. Y esto afecta también al ámbito religioso. Atrás quedan las tardes de catequesis, las reuniones preparando convivencias y las noches acercándonos con nuestro grupo de reflexión a adorar al Santísimo.

Por una parte, es algo natural, necesario y lógico. Llega un momento de curso en que acabamos saturados de tanta reunión, de la parte administrativa u organizativa tan necesaria, pero en ocasiones tan extensa o redundante. También cuando en las celebraciones cuando la preparamos nosotros o nuestro grupo, y tiene que salir todo perfecto, entrar a las canciones en el tono o meter una cejilla más, que el de las ofrendas no se caiga o que el catecúmeno diga bien Abrahán y Job o que no se trabe cuando le toque leer Hechos 2, 9-10: “partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de la provincia de Asia, de Frigia y de Panfilia”.

Pero, por otra parte, no debemos olvidar que la fe va más allá de un curso, una celebración o un encuentro. “Buscad continuamente el rostro del Señor”. Recuerdo una vez buscando textos para una reflexión, me encontré con una página que tenía un apartado especial de oraciones que incluía una temática o motivo muy variado. Además de las oraciones por la familia, por los jóvenes, los enfermos, incluía alguna “particular” como oraciones para que te cunda el estudio, por los amigos pesados, o para antes de coger la moto, entre otras. En un primer momento, me pareció gracioso, pero también me recordó que toda ocasión es buena para dar gracias o para acordarnos de Dios. De hecho, en verano podemos aprovechar para buscar a Dios donde normalmente no le buscamos. En las fiestas del pueblo, compartiendo momentos con los amigos, en las excursiones por la montaña, en los campamentos o disfrutando una paella mirando al mar.

Hoy, 10 de julio, me gustaría pedir una oración especial por el Capítulo, que está teniendo lugar estos días, y por el Congreso Internacional de Laicos, que comienza hoy, para que Dios les ilumine y les acompañe en estos momentos para hacer fructíferos estos encuentros.