Hágase tu voluntad

Publicado el 01/07/2024
Agustinos


Texto:  José Joaquín Ojea
Música:  Bensoundcute

Inversiones fallidas

Buenos días, estaba el otro día releyendo el libro del Hermano John de Taizé, “El Padrenuestro, un itinerario bíblico” y en el capítulo de “Hágase tu voluntad” leía:

“Las Escrituras hebreas hablan de la voluntad de Dios con dos connotaciones diferentes: una más activa, la otra de carácter más pasivo. Nos encontramos por un lado con la expresión «hacer la voluntad de Dios». En hebreo esta expresión significa literalmente «hacer lo que agrada a Dios, hacer lo que Dios desea» […]la segunda acepción de la expresión «la voluntad de Dios», que alude al designio o plan de Dios para el conjunto de la humanidad así como de cada uno de nosotros[…]Dios nos ha creado por algún motivo, que nuestras vidas tienen un sentido: la existencia del universo y la vida de cada uno de nosotros tienen una finalidad deseada por Dios en su bondad […]Dios mismo quien ha depositado en nosotros los dones, y entre ellos el que es tal vez el don más grande: la libertad”.

Me ha hecho recordar un pasaje bíblico que hemos leído en las eucaristías que es el pasaje de Mateo de los talentos. En este pasaje el amo antes de partir da 5 talentos de plata a uno de sus servidores, a otro le da 3 y a otro le da 1.

El señor se va de viaje, y después, cuando vuelve, pregunta a sus servidores qué ha pasado con los talentos… lo conocemos, los 2 primeros han duplicado los talentos, han hecho uso de ellos y los han rentabilizado. EL tercero, “lo escondió bajo tierra”.

Los talentos son los dones con los que Dios nos ha bendecido, y tenemos que hacer uso de esos dones para el bien de la comunidad, de nuestros hermanos.

Cuando llegaba el momento de la homilía y tras haber escuchado este Evangelio, me surge  la duda. ¿Qué hubiese ocurrido con el servidor y el señor si al recibir 5 talentos, cuando va rendir cuentas le dijese “Señor me has confiado 5 talentos, los he invertido, pero he fallado? Te devuelvo 4”

¿Cuál hubiese sido la actitud del Señor?

En primer lugar, lo que hay es una confesión del servidor, un reconocimiento del error, y un espíritu de mejorar… Y el Señor, aunque  pueda parecer exigente, es justo y misericordioso. Le va a perdonar, porque al menos ha hecho uso de esos dones.