Gracias, Dios Padre Bueno, por el amor que nos tienes;
porque nos has creado a tu imagen y semejanza en la condición de varón y mujer;
para que, reconociéndonos diferentes, busquemos complementarnos:
el varón como apoyo de la mujer y la mujer como apoyo del varón.
Te pedimos por la mujer que es madre:
que reconozca en la maternidad el florecimiento de su feminidad.
Creada para la relación,
sea sensible, tierna y abnegada en la educación de cada hijo;
con la dulzura y la fortaleza,
la serenidad y la valentía,
la fe y la esperanza
que van forjando la persona, el ciudadano, el hijo de Dios.
Te pedimos por las mujeres que se sienten solas,
por las que no encuentran sentido a su vida;
por las marginadas y usadas como objeto de placer y de consumo;
por las que han sido maltratadas y asesinadas.
Te pedimos, Padre Bueno, por todos nosotros,
varones o mujeres;
que nos sepamos comprender, valorar y ayudar mutuamente,
para que en la relación, amable y positiva,
colaboremos juntos al servicio de la familia y de la vida.
Te lo pedimos por intercesión de la siempre Virgen María
mujer, esposa y madre buena,
llena de fe humilde y valiente,
que nos acompaña, sostiene y conduce
a tu Hijo Cristo Jesús,
el cual vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.