“Por ti se hizo Cristo temporal, para que tú seas eterno”. (In com. Epist. Ioan, 10, 25). “Cristo es fuente de vida; acércate, bebe y vive; es luz; acércate, ilumínate y ve. Sin su influencia, estarás árido”. (Serm. 284, 7).
¡Vive, hombre, la alegría!
Tienes razones:
sabes que Dios te cuida
porque Él se hizo hombre.
Quien era eterno,
quiso ser temporal
siguiendo eterno.
Cristo es vida y es fuente;
si a Él te acercas,
si en Él vives y bebes
su gracia plena.
¡Cristo divino
en humano encarnado,
luz y camino!
Nazario Lucas Alonso