Orando con San Agustín

Agustinos


“Tenedlo presente, hermanos: en el huerto del Señor  no sólo hay rosas  de  los  mártires,  sino también  lirios  de las vírgenes  y las yedras de los casados, así como las violetas de los viudas. Ningún hombre,  cualquiera que sea su género de vida,  ha de  desesperar  de su vocación”  (Sermón  304, 2).

Abundoso bejuco en sonidos conformado,

cerúlea melodía del ruido librada,

textura de sones bellamente armonizada

supo il prete rosso signar en papel pautado.

Si grande fue el numen, superior fue la belleza

desplegada totalmente en la floración plena;

no hubo allí carillón heraldo de luna llena,

sí sonó el reventón de feraz naturaleza.

Romero el corazón, encontró la armonía

-plural ambrosía y ecuménica tisana-,

crestón de aroma, aliento de lila, lirio y grana

protegido por lozana y verdinegra umbría.

Oh primavera, ajorca de pétalos y sones

grabada en pentagramas y en versos de poetas,

sensual tentación de místicos anacoretas,

no perturbes la paz, perfuma los corazones.

Nazario Lucas Alonso