María de San José es la primera beata nacida en Venezuela, fundadora de las “Hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús”. Fue una mujer inteligente, de voluntad enérgica que contrastaba con una salud física muy frágil. Nació en Choroní – en el estado de Aragua – el 25 de abril de 1875 y murió en Maracay, el 2 de abril de 1967.
Desde pequeña manifestó una gran sensibilidad hacia los enfermos y necesitados que se manifestaría, más tarde, trabajando como voluntaria en un hospital fundado en 1893 por el sacerdote Vicente López Aveledo. De su grupo de voluntarias, surgiría con el tiempo la congregación de Hermanas de los pobres de San Agustín. María y sus primeras compañeras hicieron su profesión religiosa el 22 de enero de 1902.
La canonización de santa Rita de Casia en1900, fue causa determinante para que el grupo adoptara la Regla de San Agustín y vistiera el hábito de terciarias agustinas. Posteriormente se llamarían Hermanas Hospitalarias Agustinas del Corazón Eucarístico de Jesús y, a partir de 1952, “Hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús”. Su carisma es ayudar a la infancia abandonada y a los ancianos pobres.
A partir de 1906 comienza la beata María de San José su camino hacia la muerte de la mano de distintas enfermedades que van haciendo mella en su cuerpo. Murió en el Hogar Inmaculada Concepción, en Maracay, el 2 de abril de 1967, a la edad de noventa y dos años. En la lápida de su sepultura se esculpió la siguiente inscripción: "La Eucaristía fue el centro de su vida. Bebió en la misma fuente la santidad que transmitió a sus hijas. Su palabra suave y delicada llevó consuelo y paz a los hombres. Su vida fue un servicio. Su mensaje–testamento: Unidos en Cristo por una sincera caridad". En sus apuntes espirituales escribía: “En la Eucaristía está mi tesoro y en ella está mi corazón”.
A la hora de su muerte, dejó como herencia hospitales de caridad, albergues para mendigos, centros socio–educativos y casas maternales y de promoción cultural para la mujer.
Fue beatificada por el Papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro de Roma, el 7 de mayo de 1995.