“¿Cómo vino? ‘Haciéndose el Verbo carne y habitando entre nosotros’. Así como al hablar, el sonido se hace palabra de lo que llevamos en el corazón, a fin de que lo que llevamos en el alma penetre en el oído del que oye, lo que llamamos lenguaje, sin que nuestro pensamiento se convierta en este sonido, sino que permaneciendo íntegro en sí, toma, sin menoscabo de algún cambio propio, la forma de voz, mediante la cual penetra en los oídos. Igualmente, la palabra de Dios sin mudanza se hizo carne y habitó entre nosotros”. (De doctrina christiana, I, XII-XIII, 12).
En la Virgen se hizo carne
quien del mundo fue hacedor:
mi Señor.
Fue como humana palabra,
mas con mensaje divino
-el amor-
que al hombre una noche vino
y como humano
vivió.
Nos dejó claro mensaje,
-el perdón-
llave que el cielo nos abre.
El peregrino está aquí
para llevarnos allí,
a Dios.
Nazario Lucas Alonso