Música: Parting Glass. Audionautix
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“Vosotros sois testigos de esto” (Lc 24,48)
Estas son, Señor, tus palabras para no dormirnos en los laureles;
para no quedarnos en la alegría vana de una pascua de cascabeles.
Es el encargo de una misión que es desafío en todo tiempo.
Un mensaje que verifica la Pascua:
la experiencia que vives, trasmítela.
Que llegue a otros para llenarles de alegría, para llenarles de vida.
Y son muchos los que, movidos por tu Espíritu,
impulsados por una vivencia que les desborda,
toman el testigo del Resucitado y su mensaje.
En todos los confines de la tierra,
en lo cotidiano y lo sencillo,
allí donde hay sombra de muerte y ausencia de luz;
también en las alegrías que se comparten
y las esperanzas que se hacen proyecto.
Por todos estos testigos de tu amor y tu verdad
hacemos esta oración confiada.
Su testimonio son sus opciones, sus gestos y apuestas, también sus palabras;
los pasos que siguen los tuyos en desgaste y entrega permanente;
la vida entregada como la tuya para que otros también vivan.
la cercanía a la persona concreta; la que necesita escucha, aliento, tiempo… cariño y ternura.
Testigos sin rótulos luminosos,
sin agencia de prensa.
Apoyados en tu presencia viva y garantizada hasta el final de los tiempos.
Testigos de amor porque aman…
Testigos de servicio porque sirven…
Dios vivo y concreto.
Por tantos testigos…
Y porque tantos que celebramos tu vida resucitada
como salvación y liberación, podamos ser eso:
Testigos de salvación y liberación. Amén