Orando con San Agustín

Escrito el 05/02/2025
Agustinos


 

“Siempre ha de constar que, entre todos los verazmente piadosos, nadie sin verdadera piedad, esto es, sin el culto sincero del verdadero Dios, puede tener verdadera virtud, y que esta no es verdadera cuando se supedita a la gloria humana”. (La Ciudad de Dios, V, 19)

 Vivimos con mil dudas, como en inquieto sueño,

contemplamos los seres sin conocer su esencia;

mas siempre anhelamos la verdad sin contingencia

y, aunque dudemos, la buscamos con empeño.

 Hundidos en la sombra vemos sólo reflejos

de la excelsa verdad a la que nuestra alma aspira;

nos dicta la razón que la verdad nunca expira;

cerca están las criaturas, mas el Creador, lejos.

 Entre tinieblas y a ciegas, la persona corre

sin perder nunca el fario que la creación deja;

pareciera que los goznes nos cierran las puertas,

 pero siempre hay una voz que en silencio socorre

-soterrada labor que en el surco hace la reja-.

Es la voz que proclama: “No hay esperanzas muertas”.

     Nazario Lucas Alonso