"Puesto de San Agustín en la Orden"
En nuestro encuentro pasado de “Sabías que…” decíamos que, el comienzo de la Orden de San Agustín, había tenido lugar en el s. XIII por obra de la Iglesia, en la persona del Papa Alejandro IV.
Se crea una única Orden dirigida por un Prior General, donde todos sus miembros deben aceptar el estilo de vida y Regla de San Agustín, así como vestir el mismo hábito.
Y, siendo esto así, nos preguntábamos el día pasado, qué puesto ocupa San Agustín en la Orden que lleva su propio nombre si no es él el fundador directo de esta. Por qué esta nueva Orden, nacida en el s. XIII, se apropia de San Agustín como patrono y fundamento para la vida espiritual.
Se puede pensar en tres motivos:
- Los miembros de la nueva Orden profesan vivir en conformidad con la Regla del santo.
- El hecho de llevar ya su nombre constituye un nuevo título para sentirse más íntimamente identificados con él.
- Carecen de un fundador que sea un personaje histórico reciente.
Estos tres elementos contribuyen a que san Agustín ocupe un puesto, cada vez más destacado, en la vida de la Orden, en el corazón de los frailes. A que le tomen como modelo especial de imitación y, por último, a que se sientan verdaderos hijos suyos.
Al hacer esta opción por san Agustín, en cierto sentido la Orden se funda a sí misma. Porque el Papa les da la Regla de san Agustín, sí, pero los religiosos son los que deciden vivir como el santo, encarnar en aquella época su ideal de vida comunitaria contemplativa y apropiarse de su inmensa sabiduría teológico-espiritual.
Por eso, desde los primeros momentos de existencia de la Orden, hay pruebas del lugar tan importante que la figura de Agustín va ocupando en ella. Así, comienzan a dedicarle iglesias; le denominan “nuestro padre”; el rostro del santo aparece en el sello de la Orden; la fiesta del santo se comienza a celebrar con solemnidad.
Pero, la prueba mayor de la identificación de la Orden con san Agustín es que solicitan, y se les concede, fundar en el año 1327 un convento junto a la tumba del santo, en Pavía (Italia).
Pero, de esto y alguna cosa más, seguiremos hablando en el próximo espacio de “Sabías que…”