Historia y personajes

Escrito el 20/07/2023
Agustinos


Fr. Gaspar de Sana Agustín nació en Madrid el 5 de julio de 1651, y era de hijo de Juana Vallejo y Gaspar Cañellas, síndico del reino de Mallorca, pero residentes en la capital del Reino. El año 1667 entró en el convento de San Felipe El Real para hacer el noviciado, pero a los pocos meses se enroló en una misión de agustinos que salían para Filipinas. De hecho, durante la travesía realizó la profesión de votos religiosos en el navío Nuestra Señora del Buen Socorro que se dirigía hacia Manila.

Al llegar a las Islas recibió la afiliación a la Provincia de Filipinas y comenzó a realizar los estudios de Teología, destacando por sus conocimientos y buena disposición intelectual. Mostró una facilidad grande para las lenguas clásicas, de griego y hebreo, y también dominaba el francés y las lenguas indígenas bisaya y tagalo. En 1703 publicó el libro “Compendio del arte de la lengua tagala”.

Fue elegido para diversos cargos de gobierno en la provincia religiosa, comenzando con el importante puesto de procurador general, que ocupó de 1680 a 1686 y a continuación el de secretario provincial hasta 1689. Después fue elegido Definidor provincial en 1689 y Visitador provincial. En esos años también ejerció la evangelización en los curatos de varias zonas, como en Lipa en 1689, Parañaque en 1699, 1706 y 1711, en la misión de Pasig en 1695 y 1716, en Malate, Tambobong y Tondo. En los últimos años de su vida se le agudizó la ceguera que afrontó con paciencia hasta su muerte en el convento de Manila el 8 de agosto de 1724.

Además de los importantes cargos que ejerció y la labor misionera en algunas islas, ha pasado a la historia como cronista y escritor. Sus responsabilidades le llevaron a residir mucho tiempo en Manila y por su cargo de Visitador tuvo que trasladarse por los curatos de la diversas islas. Como dice el P. Santiago Vela, fue capaz de encontrar tiempo para escribir la Crónica de las Islas Filipinas y otras muchas obras filosóficas, históricas y literarias, que han merecido muchos elogios por su maestría al tratar temas tan variados, hasta considerarle como el principales historiador de Filipinas, por la veracidad e imparcialidad en la descripción de la conquista de las islas.

Su obra más conocida se titula “Conquistas de las Islas Filipinas: la temporal por las armas del Señor Don Felipe Segundo el Prudente… y el espiritual por los religiosos de San Agustín”. Fue publicada en 1698 en dos partes y se imprimió en Madrid, en la imprenta de Manuel Ruiz de Murga y consta de 577 páginas la primera parte, y recientemente ha sido publicada en bilingüe inglés – español. La segunda parte consta de 854 páginas y en ella trabajó y completó algunos capítulos el agustino P. Casimiro Díez, fue publicada muchos años después en la revista “La Ciudad de Dios” y después en un volumen aparte.

El gran estudioso de Filipinas Retana la considera una obra soberana e indispensable para conocer la historia de Filipinas, por la profusión de datos sobre la primera misión y conquista, resaltando los esfuerzos de la corona española en la colonización y de las órdenes religiosas, principalmente los agustinos, en la evangelización.

También el bibliófilo filipino Pardo de Tavera dice lo siguiente sobre la obra: “Es una obra rara, sumamente apreciada y buscada, no sólo por el interés que presenta bajo el punto de vista histórico, sino también como redacción, pues el autor cultivaba con fruto la literatura. Es la crónica más interesante de las que existen sobre Filipinas”. No hay nada que añadir a esas valoraciones de estos eruditos externos a la Orden agustiniana.

Fr. Ricardo Paniagua