Píldoras de San Agustín

Escrito el 19/06/2023
Agustinos


 

 

Hola qué tal, cómo estás.

Este domingo pasado, hemos leído en las eucaristías un texto de San Mateo. En él se nos recuerda el envío que hizo Jesús de sus doce discípulos para que anunciaran la Buena Noticia del Reino de Dios y lo manifestaran con obras.

En aquel tiempo, las obras que manifestaban la Buena Noticia del Reino de Dios tenían que ver, entre otras, con curar enfermos, resucitar muertos, limpiar leprosos, arrojar demonios.

Todas las personas que se encontraban en esas circunstancias, y las mismas gentes que les rodeaban, creían que estaban en esas situaciones porque Dios no les aceptaba, no les quería, les castigaba.

Por eso, el anuncio de la Buena Noticia del Reino de Dios tiene que hacernos descubrir, como primer paso fundamental, que Dios habita en nosotros, que somos hijos dignos de su amor. Si no se da esto, el anuncio serán palabras que no darán fruto. Así lo ve San Agustín cuando nos señala lo siguiente:

 “Considera este gran misterio. ¡El sonido de mis palabras golpea los oídos y el Maestro está dentro! No pienses que un hombre es maestro de otro. Podemos amonestar con el sonido de nuestra voz; pero si no está Aquel que enseña en el interior, el sonido que hacemos es inútil. De mi parte, he hablado a todos; pero aquéllos a los que Cristo no habla dentro, aquéllos a los que el Espíritu Santo no enseña dentro, se regresan carentes de instrucción.”.

(Comentario a la I carta de S. Juan 3, 12)

Oración

“Instrúyeme, Señor, ordena lo que quieras. Pero antes cúrame y abre mis oídos para que pueda oírte”.

 (Soliloquios 1, 5)