Miércoles II de Adviento

Escrito el 11/12/2024
Agustinos


Texto:  José MAría Martín, OSA
Música: K. Mc Leod. A very brady special

En aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

“Venid a mí los que estáis cansados y agobiados”

Muchas veces estamos cansados, nos pesan los asuntos en los que estamos, las relaciones laborales, personales. Estamos cansados de hacer y hacer y no llegar a conseguir lo que buscamos. Nos ponemos metas, objetivos, que son difíciles de alcanzar, y en ocasiones nos los “pone” una sociedad que nos juzga si los conseguimos o no. Generamos necesidades absurdas y fuera de nuestra realidad, pero parece que sin eso somos menos...

Esta búsqueda, este afán, por tener y conseguir, por ser aquello que creemos tiene la llave de la felicidad y que está cargado de imposibles, nos hace estar cansados y agobiados, sin tiempo y fuerzas para aquello que es importante, que nos da sentido a la vida. Hoy tenemos dos propuestas en el evangelio. La primera estar con Él para descansar, estar con Él para vivir aliviados. Nadie como Él para curar nuestros agobios. "Venid conmigo" es una llamada que da sosiego. Estar con Él, descargarnos en Él, escuchar el susurro de su voz, dejarse acompañar. Dejarle sitio en nuestra vida, no buscar otro descanso, saber que Él nos aliviará de nuestros agobios, de nuestros cansancios. Nos mira con amor y todo se llena de luz. Nos acaricia con ternura y recuperamos las fuerzas y la confianza. Nos propone una sombra, y a su lado, se para el tiempo. Nos llama por nuestro nombre y nos gusta sabernos muy queridos, muy comprendidos, muy valorados.

La segunda propuesta es acoger como objetivo, como proyecto de vida, su propuesta, su cruz, su carga... Quizá nos estemos equivocando cuando hacemos nuestros planes y no acogemos los que Él tiene para nosotros, su “yugo es llevadero y su carga ligera”. Queremos vivir con compromiso a su lado, para anunciarle. Con misión a su lado, para mostrarle. Con cansancio a su lado, para ser yo. Con agobio a su lado, para descansar. Vayamos con Él.