Texto: P. Juan M. Paniagua Miguélez, OSA
Música: Amazing grace (bendito amor) - Kesia
¡Buenos días!
Arrancamos motores en este nuevo año y en el “vehículo híbrido” de nuestra persona, los combustibles para este año jubilar serán la Alegría y la Esperanza. Y de esta forma hacemos que este “buenos días” días de hoy sea la mejor oración para que estos combustibles estén en nuestra persona durante todo este año. Comencemos con la ALEGRÍA:
Señor, Dios mío, estoy alegre. Señor, Dios mío: como el pez que no puede vivir sin agua yo no puedo vivir sin ti. Tú me has creado, y tú me mantienes con vida. Vengo hoy hasta ti para darte gracias por la vida que no dejas de concederme. Vengo a ti para darte gracias y decirte cuánto amo la vida. Estoy contento de vivir, aunque no comprenda, me quede inmóvil y no sepa dónde estoy. Estoy contento sobre todo de ser hijo tuyo, de llevar en mí el aliento de la vida divina, tu Espíritu Santo. Tú quieres vivir en mí, habitar en mí. Te doy gracias de todo corazón, por este honor que me haces, por esta alegría que pones en mi vida.
Y ahora seguimos cargando el vehículo de nuestra vida con el combustible de la ESPERANZA:
Jesús, no esperaré, vivo el momento presente colmándolo de amor. La línea recta está hecha de millones de pequeños puntos unidos uno a otro. También mi vida está hecha de millones de segundos y de minutos unidos uno al otro. Coloco perfectamente cada uno de los puntos y mi línea será recta. Vivó con perfección cada minuto y la vida será santa. El camino de la esperanza está pavimentado de pequeños pasos de esperanza. Como tú, Jesús, que has hecho siempre lo que es agradable a tu Padre. Cada minuto quiero decirte: Jesús, te amo, mi vida es siempre una nueva y eterna alianza contigo. Cada minuto quiero cantar con toda la Iglesia: gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Amén.
¡Muy buenos días!
Nota: los textos de las oraciones están tomados del “YOUCAT. Tu libro de oración” (pp. 26 y 129)