Texto: Agustín Alcalde, OSA
Música: Acousticguitar
Tenemos miedo a “la muerte” y no queremos reconocerlo. Tememos llamarla. No hablamos de ella, no la toleramos y la evitamos; la gente no la aprecia en su color oscuro, en el tacto de la piel fría, de un padre, una madre, un hijo. Pero ahí está. Alguien que se va a otra dimensión.
Ha tenido que venirnos a visitar e impresionarnos por el número y los destrozos, las situaciones vividas en Valencia y sus alrededores y otras ciudades; pero solo al superar el número de 200 personas, aplastadas por la muerte, parecemos darnos cuenta de la desgracia y la desolación.
Acabo de leer un libro anunciándose con el título: “Vida después de la vida” del Dr. Manuel Sans Segarra. Se trata de una quinta edición del mismo en un año.
Al leerlo escucho allí hablar de la vida y me llegan reflexiones muy variadas también del aborto. Ninguna apoyándolo. En algunos momentos se refiere a la muerte como si fuera un simple accidente evitable porque la vida nunca se va del todo.
Me ha gustado apoyar mi reflexión en esas páginas para quitar en mi vida el miedo a la muerte y apoyarme en el gran tesoro que tenemos de la “conciencia” que es una de las más exitosas amenazas que tiene la muerte.
Nadie puede quitarnos la conciencia, algunos pueden decir “el alma”.
Alguien me escribía diciendo hace unos días: “No somos despojos aunque lo parezcamos, solo nos preparamos para la siguiente etapa”.
No temer a la muerte no es ningún sueño sino una realidad diáfana ante quien sabe creer, con humildad; ya que la Vida de nuestro Dios es nuestra vida. Y esa Vida nadie nos la puede quitar, ni siquiera mancillar. Su mano nos acoge para llevarnos a otra dimensión.
Hoy también vemos una luz de la mañana llena de sol en el contraste con unos racimos exprimidos y ya secos que aparecen en la foto que os envío.
BUENOS DÍAS,