Texto: Aurora Sanz
Música: Acousticguitar
Buenos días,
Hace un par de domingos leímos en el Evangelio la parábola de la semilla y el grano de mostaza. Y me recordó una canción que he descubierto hace poco de casualidad. Se llama “La Fiesta” y es de Pedro Capó. Os animo a escucharla en este enlace:
https://youtu.be/VhZiiVnmrEY?si=fiRVg2RBUDL3AKO5
Puede que el nombre de Pedro Capó no os suene (a mi desde luego no me resultaba familiar) pero investigando un poco averigüé que es el autor y cantante de la archiconocida canción “Calma”, que fue un exitazo en 2018 y que en Spotify tiene nada más y nada menos que 1155 millones de reproducciones.
La verdad es que el título llama a engaño. En realidad, la fiesta es una canción alegre en la que se habla del propio funeral del cantante. Y viene a decir que hay que dar gracias de todo lo vivido (lo bueno y lo menos bueno) y que mejor que flores y lágrimas prefiere que sus amigos y familiares brinden con vino por él cuando le llegue su hora. Hay una parte de la canción donde guarda una estrecha relación con la parábola que he mencionado al principio cuando dice:
“La gente buena no se entierra, se siembra
Nuestro contrato es un contrato de renta
Yo no me duermo, solo tomo la siesta
Así reposan los ojos, y el alma despierta.”
Es verdad que es fácil olvidarnos con el trajín diario de que en este mundo somos inquilinos temporales, y que al final de nuestros días lo que contará es todo aquello bueno que hemos sido capaces de sembrar a nuestro alrededor y que quedará como legado detrás de nosotros. Y esperemos que después de haber sembrado mucho, nos echemos una merecida siesta.
Ojalá nos queden muchas cosechas por trabajar, pero no perdamos el tiempo y sigamos sembrando.