Tiempos y espacios

Publicado el 17/01/2024
Agustinos


Texto:  Iván Pichel, OSA
Música:  Amazingrace

Esta semana, en las lecturas del domingo, el bueno de Samuel no podía reconocer la voz de Dios porque “no se le había manifestado aún la palabra del Señor”, y fue de noche cuando, tras la indicación de Elí, le pudo reconocer. Igualmente, el santo de hoy, san Antonio Abad, tuvo que alejarse de las rutinas y costumbres de su día a día para tener un momento importante de encuentro con Dios.

Estamos arrancando el nuevo año y con estas energías de los propósitos y los inicios, seguro que también miramos a nuestra vida de fe a principios de año como una oportunidad estupenda para fortalecerse y aumentar. Quiero rezar más, decimos. Quiero ser capaz de pasar algún rato más delante del Santísimo o con el Santo Rosario; acercarme más a la Biblia… Y con esas fantásticas metas continuamos con nuestros ritmos y rutinas del año viejo, haciendo su consecución algo complicado.

Samuel y San Antón nos invitan hoy a fijarnos en la importancia de crear y provocar nuevos tiempos y espacios para Dios, valorando la importancia o no de muchas de nuestras costumbres, así como de nuestros propósitos y bienes que tenemos. Por supuesto que no se trata de dejarlo todo de repente y abrazar la vida ascética como hizo nuestro monje de hoy (aunque también es una llamada para algunos), pero sí quizá de tener la determinación de soltar lastre de algunas costumbres y ataduras que dejan menos espacio para los demás, para mí mismo y para Dios en lo que queremos que sea una vida más plena.

Ahora que está de moda lo minimalista, las espiritualidades orientales que nos ayudan a reencontrarnos y vivir más fuertemente experiencias trascendentales, hay que reivindicar a los padres primitivos que desde el convencimiento de crear tiempos y espacios adecuados para lo importante echaron raíces en una potente experiencia de Dios. No en vano, el mismo san Antonio nos dice hoy que adonde quiera que vayas, lleva a Dios ante tus ojos; y cualquiera cosa que hagas, obra según el testimonio de las Sagradas Escrituras; y cualquiera que sea el lugar que habitas no lo abandones prontamente.”