Texto: P. Serafín De la Hoz Veros, OSA
Música: El pequeño tamborilero - Gran orquesta de Raúl Aguirre
¡Buenos días!
En tiempo de Navidad
un niño nace en patera.
Es la noticia que anuncian
en ‘las redes’ con sorpresa.
Así de cruda es la vida,
por más que algunos no entiendan,
para tantos emigrantes,
ultrajados por las guerras
y herida su dignidad
con cruel indiferencia.
Demandan nuevos espacios
donde no haya violencia;
y, en aventura de vida,
en ocasiones,… encuentran
engaño y dolor profundo,
desamparo en la indigencia,
donde buscaban alivio
para mitigar las penas
y disfrutar de la vida
con su trabajo y la fiesta.
En el grupo de mujeres
hay una de tez morena
con la mirada encendida,
un destello de inocencia
y delicada hermosura,
pues ha visto en noche negra
y sentido en sus entrañas
una luz: ¡era su estrella!,
su alegría y su esperanza,
la razón por la que arriesga:
el niño se abrió camino
como semilla de siembra.
Los que comparten penurias
en situación extrema
se sienten favorecidos;
aplauden, cantan… y rezan.
El niño, con su mirada,
su atractivo y su belleza,
es la sonrisa del cielo
para el hombre de la tierra.
No importa saber su nombre,
ni el lugar de procedencia.
Su padre es un emigrante;
y la madre, una extranjera;
quienes le han visto, le dicen
“El Niño de la Patera”.
“Un Niño nos ha nacido”,
es la noticia que llega
en este tiempo de gracia
procedente de una cueva…
para salir al encuentro
del Niño de la Patera.
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¡Buenos días!